David Silva. Silva va mejorando partido a partido. Su llegada a la Real Sociedad causó furor, pero realmente no fue la esperada. El mismo día de su presentación dio positivo por coronavirus. Con ello se perdió el primer partido de Liga ante el Valladolid. En el segundo encuentro ya estuvo disponible, pero su nivel no era el óptimo.
Algo normal. Un jugador que llevaba una década jugando en Manchester, en otro país, en otra liga, necesitaba un periodo de adaptación a la liga española. Y así lo ha demostrado. El atacante canario ha ido optimizando su nivel partido a partido, jornada a jornada, semana a semana. De esta forma, cada partido que juega lo hace mejor.
Y así lo hizo ayer, frente al Celta, estrenándose en una nueva faceta con la elástica txuri-urdin. Ya había dado varias asistencias, pero en Balaídos el de Arguineguín marcó su primer gol con la zamarra blanquiazul. Además, lo hizo de una forma que es inusual en él. De cabeza.
Pero el partido de Silva no se quedó ahí. El canario fue el mejor realista en la tarde de ayer. Imanol ni siquiera le reservó en el descanso, como hizo con Oyarzabal, para el partido del jueves ante el AZ Alkmaar. Hizo un partido muy completo. Fue imprescindible en la ayuda en defensa, trabajando mucho. También fue vital a la hora de la salida de balón desde campo propio. Y, por su puesto, trascendental en el pase en el área rival.
Gorosabel y Portu. Gorosabel está a un nivel espectacular. Ayer volvió a deslumbrar en el lateral derecho con sus constantes y veloces subidas al ataque y su seriedad en defensa. Cortó muchos balones y generó mucho peligro en el campo del Celta de Vigo. Está a un nivel de Selección.
Por otra parte, Portu revolucionó el partido. Salió en el descanso y de dos carreras eléctricas suyas llegaron los dos últimos goles de la Real. Jugadas prácticamente idénticas. Carrerón del de Beniel por banda derecha, superando a los defensores, y pase de la muerte para que Willian José firmara un doblete. Ambos goles a pase del murciano. Jugadorazo.
Nadie.