Todo parece indicar que El Conde Merino, título recibido del mismísimo Twitter, se va a convertir en jugador de la Real Sociedad para varios años más. Las noticias apuntan a que el navarro renovará con el equipo hasta 2025, en lo que sería una de las mejores noticias que ha recibido el equipo desde el confinamiento.
A falta de saber si entraremos en Europa o no, y viendo que el equipo se ha empeñado en no darnos demasiadas alegrías estos últimos tiempos, la renovación de Mikel Merino llega a la afición como caída del cielo.
La lesión de Asier Illarramendi fue un duro golpe para las aspiraciones de un equipo que veía como su capitán no iba a estar disponible por un tiempo indeterminado (que ha terminado siendo mucho, y lo que queda). A partir de ahí el equipo se quedaba con Igor Zubeldia, Luca Sangalli, Ander Guevara, Mikel Merino y David Zurutuza, para cubrir los puestos del centro esta temporada. La suerte es que en el 4-3-3 utilizado por Imanol Alguacil, Martin Odegaard pudo hacer de interior, cumpliendo con muchísima solvencia en el puesto.
Sin embargo, Luca Sangalli y Ander Guevara todavía no estaban preparados para asumir el mando de un equipo aspirante a Europa, tampoco lo estaba David Zurutuza, pasado ya de rodaje e incapaz de aguantar más de 90 minutos seguidos sobre el césped.
Con esa tesitura, el equipo necesitaba a alguien que fuese líder en el centro, y ahí apareció Mikel Merino. El pamplonés se ha convertido en uno de esos jugadores que ha cumplido en las buenas, pero también en las malas. Los mejores momentos del equipo esta temporada vienen de su mano, de la de Odegaard y de la de Oyarzabal.
Cuando el 8 ha estado peor, el equipo ha estado peor. Su temporada ha sido de notable alto (sobresaliente si no hubiese sido por el bajón post-confinamiento), y es una de las claves para que, con 36 jornadas disputadas, el equipo esté en los puestos europeos.
Capaz de construir y de conducir, de llegar a área rival y de defender en la frontal de la propia. Mikel Merino, sin ser un jugador box-to-box, es un jugador que domina muchísimos aspectos del juego. Un jugador completísimo que, quizá no sea un 10 en nada, pero es un 8 o un 9 en muchas cosas.
El apodo de ‘El Conde’, y la forma en la que este lo ha aceptado, demuestra que es un jugador carismático pero, sobre todo, muy querido entre la afición. Desde que Mikel llegase a la Real hace ya dos años, no hemos tenido noticias de problemas fuera del terreno de juego. Carismático, querido y profesional. De hacerse oficial, la noticia de la renovación de Merino sería, sin duda, una de las mejores de toda la temporada.
Pero no sólo importante a nivel de moral y calidad del equipo. La renovación también supondría un golpe sobre la mesa y la confianza total en la continuidad de un proyecto que empieza a dar sus frutos, con muchos jugadores jóvenes y, según parece, con ganas de crecer por parte de la directiva, tanto dentro como fuera del campo.
Lo más importante es rodear bien a nuestras estrellas. La renovación de Merino supone la renovación de una estrella, pero a partir de ahí hay que rodearlo de compañeros con los que se entienda a la perfección. Zubimendi, Guevara, Illarramendi, Sangalli y Zubeldia. El centro de campo de la Real está, a priori, bien apuntalado. Pero es cierto que la baja de Illarramendi ha dejado ciertas dudas sobre si Zubeldia, Guevara y, sobre todo, Sangalli, pueden acompañar actualmente a un Mikel Merino que parece que tiene varias marchas más que sus compañeros.
El equipo no va a tener que realizar grandes movimientos este verano. Por lo que lo más importante es mantener lo que se ha construido, y la renovación de Mikel Merino, si se confirma, es, sin duda alguna, una operación a celebrar.