Alexander Isak. Oe oe oe oe, ¡Isak, Isak! Lo que faltaba por ver. Ya se han hecho hasta imágenes sustituyendo el Sagrado Corazón donostiarra por el sueco. Señal de que Isak está haciendo las cosas bien. En un momento de la temporada en el que no estaba destacando, Willian José decidió borrarse de un partido importante. Al, para algunos lumbreras, «Ibrahimovic de Hacendado», se le dio la responsabilidad de salir al rescate de la delantera donostiarra.
No solo ha logrado eso, sino que se ha echado a la espalda al equipo y afición. El domingo, en el derbi, fue suplente. Y fue casualmente cuando saltó al césped cuando la Real Sociedad firmó los mejores minutos del partido. Regaló una exhibición de recursos de cara a puerta. Además, claro, marcó el 2-1 con el que Anoeta estalló al canto de ¡Isak, Isak!. Alexander, qué bueno que viniste.
Cristian Portu. Ole tú. Si antes he dicho «Qué bueno que viniste, Isak», no puedo decir otra cosa que no sea «Qué bueno que viniste, Cristian». El de Beniel firmó un partido excelente ante el Athletic. Trabajo que no se ve, pero que se nota. Presionó, corrió, se desmarcó, colaboró, ayudó. Lo hizo todo bien. Encima abrió la lata para la Real.
Ander Guevara. No estuvo fino. Flojo partido del de Gazteiz. No fue un partido excelente de ninguno de los dos equipos, más bien fue trabado, por lo que la zona de creación, en la que mejor se envuelve Ander, no fue muy concurrida. No tuvo apenas protagonismo en el choque, a penas se le nombró, ni en la primera, ni en la segunda mitad.
Por si no fuera, no estuvo acertado en la acción del gol rojiblanco. Un error suyo en la salida de balón txuri-urdin propinó la carrera de Iñaki Williams que acabó con el 1-1 en el marcador.