Tras el bochorno sufrido el pasado domingo en el Ramón Sánchez-Pizjuán, las dudas no pararon de surgir en las cabezas de los aficionados txuri urdines. La duda principal es obvia: ¿la plantilla actual da para pelear por un puesto europeo o no da? Sinceramente, no. No porque desde el principio de temporada, es decir en pretemporada, ha habido una nefasta planificación de plantilla de manos de nuestro querido director deportivo Roberto Olabe.
En un año se han ido jugadores muy importantes (Carlos Vela, Iñigo Martínez, Sergio Canales, Xabi Prieto, Alberto De la Bella, Imanol Agirretxe y Carlos Martínez), gente con muchos galones en el vestuario. Y los recambios, a excepción de Héctor Moreno o Merino, no han sido muy efectivos. Además de que se lesionó Merquelanz (único extremo izquierdo, y no, no me vengáis con que Oyarzabal puede jugar en esa banda porque es muchísimo más efectivo como media-punta) y no se trajo a nadie cuando la liga te dio permiso para fichar…
Nos han querido vender eso de que Sandro es extremo, y sin embargo hemos de dar gracias de que al menos sea futbolista, porque menudo espectáculo el ofrecido hasta ahora. Theo es uno de los jugadores que menos representa los valores de este club, y si fuese por mí, y a expensas de una posible sanción económica por una cláusula que obliga a la Real a que el francés dispute un mínimo de minutos, Kevin y Aihen estarían disputando el 100% de los minutos.
Vale que el sobrecoste del campo haya podido condicionar los fichajes de este año. Es normal, no tenemos la capacidad económica del humilde millonario Atlético de Madrid. Pero que tampoco piensen que somos tontos.