Lleva menos de una semana en las filas de la Real Sociedad, y parece que hubiera estado aquí toda la vida. Moyá se ha adaptado a la disciplina txuri-urdin y ya se ha hecho con las llaves de la portería. Le acreditan su veteranía, su buen hacer y su gran personalidad.
Moyá tiene todo aquello que echábamos en falta en Rulli. Es un portero con mucho carácter, algo que le falta a Rulli y a muchos jugadores de la Real. Desde el primer minuto ha estado gritando a sus jugadores, ordenando el equipo y dando ánimos cuando era necesario. Sus gritos se escuchan con claridad por televisión, y eso no ocurre con cualquier portero.
La teoría también se la sabe a la perfección. Al contrario que el argentino, tarda mucho en vencerse en las salidas, y está siempre bien colocado. Esto transmite mucha seguridad a la defensa, que ayer apenas concedió un par de ocasiones. Saber que tu portero siempre va a estar cuidándote la espalda te permite ir mucho más arriba a la presión, y eso es lo que más le gusta hacer a la Real de Eusebio.

Moyá aguanta a Sergio León en una parada que le dio un punto a la Real. Vía as.com
El juego aéreo es también uno de sus puntos fuertes respecto a sus compañeros. Antes temblábamos cada vez que el rival colgaba un balón a las inmediaciones del portero, no sin razón. Ahora deseamos que el balón vaya hacia el portero para que Moyá lo cace o lo despeje contundentemente fuera del área. Normalmente no se suele ovacionar a un portero cuando atrapa un centro, pero Anoeta llevaba mucho tiempo sin ver algo similar y no dudó en aplaudir los aciertos de Miguel Ángel.
Rulli tiene grandes reflejos y condiciones suficientes para llegar a ser un gran portero, pero debe aprender mucho aún para transmitir esa seguridad que transmite Moyá. La competencia también le vendrá bien, y tiene ante él la oportunidad de aprender de un gran portero el tiempo que Moyá esté en la disciplina txuri-urdin. ¿Lo aprovechará o saldrá en verano en busca de un equipo en el que no tenga rival en la portería?